El presidente del Consell afirma que es habitual “recurrir a fórmulas de colaboración público-privada” y reconoce que están estudiando “nuevas fórmulas” después de gastar la Generalitat 102 millones de euros en las nuevas unidades de tranvía que darían servicio a las líneas a la Marina de València o al hospital La Fe
La Generalitat Valenciana adjudicó en enero de 2023, con el Gobierno del Pacto del Botánico, la construcción de 16 nuevos tranvías de la serie 4.500 para Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) por un valor de 102 millones de euros. La empresa adjudicataria fue Stadler Rail Valencia S.A.U. radicada en Albuixech, única que se presentó al concurso público. El contrato contempla la posibilidad de adquirir hasta otros 12 tranvías más, en dos lotes de seis unidades.
En este sentido, la Conselleria de Infraestructuras que dirige Salomé Pradas (PP) ha informado a elDiario.es que el plazo para la fabricación de estas 16 unidades se ha establecido en 32 meses y que el primero está previsto que se entregue antes del verano de 2025.
Los nuevos tranvías de la serie 4.500 se incorporarán al parque móvil de Metrovalencia y TRAM d’Alacant, con el objetivo de cubrir las necesidades derivadas de los proyectos de ampliación previstos en ambas explotaciones en los próximos años, en el caso de València los tramos a la Marina y al hospital La Fe.
En este sentido, el presidente del Consell, Carlos Mazón, reconoció recientemente que están valorando la posibilidad de privatizar alguna de estas nuevas líneas: “Es habitual recurrir a la experiencia privada, recurrir a fórmulas de colaboración público-privada. No estamos cerrados a ellas. Es verdad que estamos estudiando nuevas fórmulas que pueden verse si finalmente los estudios lo aconsejan, si son mejores, si nos ayudan a economizar, si nos ayudan a ser más ágiles o no. No estamos cerrados”, dijo.
En el pasado, el PP ya trató sin éxito de sacar a gestión privada nuevas líneas de FGV. En el año 2009, con Francisco Camps al frente del ejecutivo, el que fuera conseller de Transportes, Mario Flores, defendió la “externalización” de la gestión de las nuevas líneas de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) porque, a su juicio, esto permitiría que los ciudadanos “disfruten antes” de esos servicios. En aquel momento la Línea 2 del tranvía de Alicante y la T2 de Valencia (ahora línea 10) eran las candidatas. En el caso de esta última, las obras quedaron paralizadas en 2011 sin que ninguna empresa se interesara por invertir en ella. Fue el Gobierno del Botánico el que en junio de 2019 logró los fondos públicos para reiniciar y finalizar las obras.
Características de los nuevos tranvías
Las nuevas unidades, del tipo Tramlink, son vehículos ferroviarios ligeros, versátiles y accesible que pueden adaptarse a las demandas de movilidad y requisitos de cualquier red. El vehículo multiarticulado 100% de piso bajo cuenta con innovadores bogies (rodamientos) con ejes reales, y masas no suspendidas muy bajas, que proporcionan una conducción silenciosa y suave, con bajos niveles de vibraciones y ruido. Su interior sin barreras, luminoso, agradable y diseñado a medida, garantiza desplazamientos seguros y confortables. Recientemente, los operadores locales de Lausana y Ginebra también eligieron vehículos de la familia Tramlink para ampliar y mejorar la oferta de movilidad en sus respectivas ciudades.
Los nuevos tranvías de ancho métrico de FGV miden algo más de 45 metros de longitud y 2,4 metros de ancho. Serán plenamente accesibles y tendrán espaciosas zonas multifuncionales junto a las puertas, con áreas reservadas para personas con movilidad reducida. Con ellos se consigue mayor capacidad y un tránsito de pasajeros rápido y fluido al subir y bajar del vehículo. Los Tramlink han sido diseñados según las últimas actualizaciones de normativa en relación a seguridad pasiva, seguridad ante colisión y seguridad para los peatones.
Incorporan además modernos sistemas de información al pasajero y de videovigilancia, un eficiente sistema de aire acondicionado y otras innovaciones que optimizan la experiencia de viaje y, por tanto, contribuyen a aumentar el uso del transporte público.
Fuente: eldiario.es